Por el horrible hecho del asesinato de un maestro en Francia, ya se nota otra vez la confusión entre religiosidad y fanatismo…
A ver si queda claro: No es lo mismo
fanatismo y religiosidad porque…
Hay fanáticos en las sectas, en la
política y la ideología, en los deportes, en organizaciones sociales…; las
personas religiosas tienen algo especial en su forma de ser y de relacionarse
con los demás, en el Nombre de Dios.
Los fanáticos imponen; las personas
religiosas ofrecen.
Los fanáticos rechazan todo lo demás; las
personas religiosas acogen y favorecen el encuentro con el prójimo.
Los fanáticos están muy formados en lo
suyo y en el desprecio hacia otros; las personas religiosas escuchan y
empatizan en la medida de sus posibilidades.
Los fanáticos son violentos e intolerantes;
las personas religiosas construyen en paz y desde la fraternidad.
Los fanáticos quieren un mundo a su imagen
y semejanza; las personas religiosas quieren un mundo mejor para todos.
Los fanáticos se distinguen por excluir;
las personas religiosas forman en plenitud.
Los fanáticos actúan en nombre de sus extremas
convicciones; las personas religiosas se mueven en el Nombre de Dios.
Los fanáticos se mueven por odio; las
personas religiosas se basan en el amor.
Los fanáticos emplean la fuerza, la destrucción, la violencia...; las
personas religiosas emplean la oración, la caridad, la piedad y la misericordia.
Los fanáticos matan por sus ideas; las
personas religiosas mueren por su fe.
Los fanáticos gritan lo que ellos creen; las personas religiosas creen en Dios y hablan de Él.
Quien confunda fanatismo con religiosidad, tengo claro que, por desgracia, no ha conocido a una persona religiosa. Muchas gracias por leer este texto y que Dios nos guarde y bendiga a todos.