¿Por qué la Providencia?

¿Por qué "la Providencia"? Hay muchas cosas que los cristianos católicos creyentes no solemos tener en cuenta, como que, frente a la importancia que algunos dan al destino, a lo que va a ocurrir, a querer controlar nuestra vida o que suceda lo que queremos que ocurra o que no ocurra, la Providencia actúa de forma inesperada, creando situaciones o acontecimientos que ni siquiera nos imaginábamos. Yo procuro tener en mi vida presente a la Providencia para aceptar quién y qué soy: una persona mortal y limitada, pero en continúo proceso de cambio y en camino.

7/8/20

Pienso que no habremos aprendido tras la pandemia si no...

Pienso que no habremos aprendido tras la pandemia, si no tenemos leyes que protejan y den rango de autoridades a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, al personal sanitario, y a los profesionales docentes del sistema educativo, reconociendo su responsabilidad frente a todos los grupos de personas a las que tratan a diario y, a su vez, el respeto que se les debe, dentro de un estado democrático.

Pienso que no habremos aprendido tras la pandemia, si no se pone pronto en marcha una ley de educación que premie el esfuerzo, el rendimiento y el compromiso de las nuevas generaciones, enseñándoles valores, a ser ciudadanos comprometidos, tolerantes, reflexivos, profundos conocedores de sus responsabilidades (y no sólo de sus derechos y sus libertades, como ahora). Es imprescindible el regreso de la Filosofía y la Ética, junto a la convivencia de las clases de Religión y las Humanidades, compatible todo ello con el conocimiento científico y tecnológico.

Pienso que no habremos aprendido tras la pandemia, si no priorizamos todas esas profesiones que mantienen la sociedad (alimentación, agricultura, sanidad, educación, justicia, seguridad, energía, transportes), frente a todas las formas de la cultura del ocio, la distracción y el disfrute, individual o colectivo. Deberían de ganar mucho más; y todos los que se dedican a meramente “distraernos”, mucho menos. Eso sí que es un escándalo al que nadie se enfrenta. Y por supuesto, todos los problemas que tenemos en el presente, mientras existan, de salud, de desempleo y pobreza, deberían ser los que, diariamente, abrieran los informativos.

Y lo más difícil, pienso que no habremos aprendido tras la pandemia si los políticos y sus seguidores, no dejan de trabajar para su ideología, su partido o su líder, y empiezan a hacerlo para los ciudadanos y los habitantes de ¡todo! el país.

Personalmente, me asquea la exigencia de los políticos de responsabilidad “a todos”, en la actualidad, cuando llevamos décadas de leyes de educación que no recompensan el esfuerzo, sino que facilitan el avance en el sistema educativo, con muchas taras y falta de exigencia. Es una hipocresía muy grande por su parte.

Estas son sólo algunas reflexiones propias, seguro que hay muchísimas más y muy importantes, pero son las que yo considero esenciales, si verdaderamente se quiere hablar de que hemos aprendido de esta terrible situación que estamos viviendo. Muchas gracias por leer el texto, que Dios nos bendiga y nos guarde a todos.