Aún quedan unos días para revisar cómo va mi propia vida, si la estoy aprovechando positivamente, para construir y no destruir, para hacer un mundo mejor y no un mundo a mi medida, para aportar algo y no para solo pasar el rato con entretenimientos que no me llenan.
Reflexionemos, pensemos, profundicemos en nuestro interior en estos días, en nuestras inquietudes, actitudes y valores y, si eres creyente, asiste a la Eucaristía, sé parte, escúchala con tranquilidad y calma, pregunta a su finalización todo lo que no entiendas y, para el nuevo curso, piensa cómo puedes mejorar en tu vida, insisto, especialmente como creyente.
Bendito domingo, que Dios te bendiga, muchas gracias por leer estas líneas.