Pero me sorprende que tras la presunta blasfemia, muy seguramente aberración, quizá irreverencia y, en cualquier caso, falta de respeto y total grosería, cometida en las campanadas de este año, en el canal público, los cristianos no reaccionemos como tradicionalmente se ha hecho.
He leído en redes que se ha denostado por parte de líderes religiosos y otros cargos representativos sociales, se ha denunciado civilmente por parte de abogados cristianos, he visto peticiones para que se envíen cartas exigiendo la petición de perdón al director del ente público, he leído hermosas reflexiones sobre lo que se está perdiendo la persona que ha causado este dolor innecesario o, como en el caso de la imagen que precede a este texto, demanda para que haya en la redes sociales imágenes del Sagrado Corazón de Jesús.
Pero no he visto, también en redes sociales, ninguna convocatoria de prelado eclesial, de sacerdote, parroquia o laicos, que convoquen a una oración o a una misa de desagravio en favor del Sagrado Corazón de Jesús, para pedirle a Dios que perdone a quienes le han difamado y mueva las corazones para un mundo con más amor, tolerancia, misericordia y piedad mutuos.
Me resulta sorprendente como, a veces, mostramos que ni nosotros, los propios cristianos, creemos plenamente en lo que vivimos y, en vez de convocar al encuentro, a la vivencia cristiana en la fe, a través de la eucaristía y la oración, caemos en las demandas sociales mundanas, sin hablarle a Dios de lo que ha pasado, como asamblea, como el Pueblo de Dios que somos.
Pero esto sólo es lo que pienso yo, sólo es mi reflexión. Gracias por leerla, que Dios nos bendiga y guarde a todos, también en este año del Señor de 2025.
Por si quiere leer más sobre los actos de desagravio, aquí le dejo estos dos enlaces a páginas católicas de referencia en la formación cristiana:
Sobre los actos de desagravio en aleteia.org
Sobre los actos de desagravio, reparación y perdón en catholic.net