La Iglesia sigue siendo necesaria; también en el presente, cuando tanta gente, por desgracia para el mundo y la sociedad, le da la espalda.
Voy a contar lo que me pasó el sábado 2 de diciembre de 2023...
Colaboro con una entidad evangelizadora de mi localidad, llevando ofrecimientos de oración mientras se desarrolla. Y cuando llegué el pasado sábado, me abrieron tres personas a las que ya conocía de años atrás.
Son personas que tienen sus familias, que tienen trabajos, que tienen problemas, como los tenemos todos. Y sin embargo, estaban dedicando su tiempo, de forma altruista y voluntaria, pero eso sí, teniendo claro que lo hacen por Amor a Dios, a hacer la comida para quienes se encuentran en esta actividad evangelizadora.
Aunque no llevo tanto tiempo sin verlos, me causó alegría, por saber de primera mano que estaban juntos, que pertenecen a distintos momentos de mi vida, que son, como se decía antes, buenos cristianos, como ángeles al cuidado de lo que allí se estaba viviendo.
Como Iglesia, muchas veces, nos despistamos en temas mundanos, banales y superficiales, pero, a pesar de ello, sigue habiendo quien anónimamente, sigue haciendo mucho bien por nuestra fe, con Cristo en el centro de sus vidas, como Iglesia, a mayor gloria de Dios. Muchas gracias, hermanos en la fe, de testimonio y compromiso.
Y muchas gracias por leer este texto, que Dios nos bendiga a todos.