¿Por qué la Providencia?

¿Por qué "la Providencia"? Hay muchas cosas que los cristianos católicos creyentes no solemos tener en cuenta, como que, frente a la importancia que algunos dan al destino, a lo que va a ocurrir, a querer controlar nuestra vida o que suceda lo que queremos que ocurra o que no ocurra, la Providencia actúa de forma inesperada, creando situaciones o acontecimientos que ni siquiera nos imaginábamos. Yo procuro tener en mi vida presente a la Providencia para aceptar quién y qué soy: una persona mortal y limitada, pero en continúo proceso de cambio y en camino.

22/5/20

Buen momento para pensar en el celibato de los sacerdotes

Imagen en la web www.cathopic.com

A veces, surge este debate histórico sobre si los sacerdotes pueden casarse o deben permanecer célibes… Sin embargo, en el momento actual de grave crisis (sanitaria y económica), es uno de tantísimos debates que se acallan.

Sería bueno imaginarse ahora a esos sacerdotes que tuvieran una familia y que se negaran a celebrar la santa misa o incluso a continuar con su labor pastoral, por el lógico temor a contagiar a sus allegados más cercanos, al tener que tratar a tantísimas personas, ya fuese dentro del templo o en sus labores externas. En qué situación quedarían las comunidades de las que están al cargo y cuánta confusión, malestar y problemas al prójimo provocarían...

Sin embargo, la realidad es que la inmensa mayoría (salvo aquellos que propiamente se han infectado o, como seres humanos, han sentido miedo por infectarse o infectar a otros), han estado al “pie de cañón”, haciendo lo que buenamente Dios les ha dado a entender, por ayudar en su campo principal: la salvación de las almas, la redención de los hijos de Dios que quieran escucharles.

Cuando vuelva a surgir este debate, Dios mediante, ya con una cierta estabilidad sanitaria, económica y social, espero que haya quienes alcen estos sencillos argumentos sobre todo por lo que supone esa bendita vida de entrega y de esfuerzo por los demás, en el Nombre de Cristo.

Muchas gracias, sacerdotes, Dios os guarde, os aliente y os siga bendiciendo con mucha fuerza.