En
Semana Santa y en todo acto religioso, desmovilícese. Esto es una petición, un ruego que hago a quien
pueda leerme y sea creyente (o al menos, intente serlo). No se ponga a hacer
fotos con el móvil constantemente, no pierda el tiempo así, porque Cristo,
porque María, donde tienen que estar es en el corazón, no en el teléfono. No
quiera retener esa imagen del Hijo de Dios o de la Madre de todos nosotros, en
un aparato externo, sino intente asimilarla en su interior. Ore, medite,
interiorice, comente en voz baja con quien tiene al lado qué le recuerda del
Evangelio aquella imagen… Y deje el móvil apagado o sin sonido, en su bolsillo
o bolso.
Recuerde:
Cristo y María, donde tienen que estar, es en su corazón.
Muchas
gracias por leer este texto y que Dios nos bendiga a todos. Tenga una bendita
Semana Santa, enriqueciendo su alma, acercándose más a Cristo, a su Pasión,
Muerte y Resurrección y dejando atrás lo material, lo circunstancial y lo
superficial.