En
esto del Brexit (el referéndum sobre la desvinculación o no del Reino cada vez
menos Unido, con respecto a los acuerdos que mantiene con Europa), hay un
argumento del que no he oído hablar a los europeos y con el que se ganaría sin
dificultades:
Todos
sabemos lo infinitamente aficionados al fútbol que son los hinchas ingleses. Si
desde los organismos europeos se les dijera rotundamente a los ingleses: “Si os
vais, ningún equipo inglés, podrá pisar país europeo para celebrar nuestras
competiciones”. ¿Con quién iban a jugar al fútbol, con los lejanos compadres americanos
o con los aún mucho más lejanos australianos? ¿Con los africanos? ¿Con los
asiáticos (recordando que no entra Rusia, que sí juega competiciones europeas)?
Y
más aún, ¿se podrían permitir los ingleses perder toda esa fama y dinero de no jugar
competiciones europeas? Por desgracia, yo creo que el problema es que, en
Europa, en vez de mandar el sentido común, la sensatez o la lógica, manda el
dios-dinero y no se quiere prescindir del dinero del vecino inglés, aunque sea
a través del fútbol.
Yo
pienso que si Europa estuviera asentada en verdaderos valores y no sólo en
intereses económicos, problemas como este no tendrían cabida. ¿Estaremos a
tiempo de hacer aún una Europa verdaderamente unida y asentada en verdaderos
criterios de unión?
Yo veo que cosas como esta y ese gran error de no incluir el humanismo cristiano en las raíces de la construcción europea y en su Constitución, están provocando cada vez más división.
Muchas
gracias por leer este mensaje y que Dios nos bendiga a todos.