Hablar sin saber, opinar
sin conocer, juzgar sin haber aprendido, demandar sin respetar, actuar sin
responsabilizarse, imponer sin razonar... Son acciones que creo que no son
nuevas, que serán tan antiguas como la existencia del ser humano en la Tierra,
pero que parece que las redes sociales y el creerse en posesión de la verdad (cuando sólo hay una Verdad y es Dios),
las han multiplicado, agravado y, a mi parecer, están creando una agresividad
exacerbada.
Frente a todo esto,
valores como el respeto, la humildad, la sencillez, la empatía y la aceptación, e incluso reconocer los errores propios, cada vez quedan más y más anulados, a la vez que se anula el proceso de
comunicación. Hay emisor para iniciar, hay receptor para recibir, hay mensaje
con contenido, hay canal para transmitirlo y un contexto para todo ello... Pero
creo que el código (sistema de
señales o signos para transmitir un
mensaje) está dejando de
existir, cada vez parece que nos comprendemos y entendemos menos, que hay menos
diálogo o negociación o entendimiento, que cada ser humano va a lo suyo y punto.
O al menos, así es como lo siento y no sólo por mi sociedad, sino por el mundo
en general.
Espero estar muy
equivocado, ojalá que sea así. Muchas gracias por leer este mensaje y que el
Señor nos bendiga a todos y nos ilumine con muchísima fuerza para mejorar la
marcha del planeta.