Un rito pagano que no compromete a nada, que no lleva a nada que no sea ver el poder destructivo del fuego; una superstición que debería estar más que superada por los avances científicos y culturales, congrega a cientos de personas a su alrededor, como se ve en la foto de la izquierda.
La belleza y la hermosura de la eucaristía, en conmemoración del Patrón local, el sábado por la mañana, a mediodía, con mensajes que nos llaman a hacer un mundo mejor, amando a Dios y al prójimo, presenta el aspecto de la foto de la derecha.
Ambos hechos a muy poca distancia y con unas horas de diferencia. Los dos dados a conocer; los dos han sido comunicados y compartidos previamente.
Cuánto desearía que los creyentes sanjuaneros habláramos de cómo podemos evangelizar en nuestra localidad, como Iglesia, como hermanos en la fe, que hiciéramos por dar a conocer a Cristo, que mostráramos cuánta importancia puede tener en nuestras vidas y en las de nuestros prójimos, para que así el mundo sea verdaderamente mejor, que haya paz, encuentro, entendimiento, tolerancia, respeto, más amor y menos violencia, desde la caridad, la misericordia, la paciencia, la humildad, la aceptación, el perdón.
¿Qué nos pasa, Señor, qué nos pasa?
Muchas gracias por leer esta reflexión personal, que Dios nos bendiga a todos.