A mi entender, el fenómeno de las redes sociales está “haciendo catedráticos a muchas personas que no tienen ni idea de lo que hablan”… Yo no soy ni ilustrado, ni culto, ni sabiondo, pero procuro sólo opinar de lo que sé y he vivido, y no meterme en berenjenales con los que no tengo que ver.
En
este texto, trato el recurrente tema de que “se abran los templos para los sin
techo”: Hay cierto sacerdote madrileño que “da
ejemplo” con ello y que se promociona mucho gracias a ese acto… Vale, lo
respeto, aunque no lo comparto por los motivos que expongo a continuación:
-Los
templos son casas de Dios, para su adoración, no son lugares de acogida ni
están acondicionados para ello. Por ejemplo, hay templos muy grandes o con
techos muy altos, en los que hace tanto o más frío que en la calle.
-En los templos se viven y se desarrollan
los sacramentos, oraciones y actos litúrgicos para el encuentro con Dios. ¿Cómo se van a alojar indefinidamente a
personas que nada tienen que ver con ellos?
-Insistiendo en el tema del
acondicionamiento: ¿Tiene el templo
espacios para acoger a un número indeterminado de personas? ¿Hay aseos?
¿Lugares para dormir, para comer, para hacer vida durante el día…?
-¿Y del mantenimiento, quién se encarga?
¿Se les puede cargar con más dificultades a los sacerdotes, que ya de por sí
tienen verdaderas dificultades en estos tiempos con las respectivas
comunidades? Quien esté comprometido, sabe de lo que hablo…
-Es
muy fácil “tirar la piedra y esconder la mano”, como dice la sabiduría popular…
¿Por qué esas personas que animan a que se acoja a los sin techo en los
templos, no acogen ellos en sus casas a las personas que tengan en su entorno
en esas circunstancias? Pregunto.