¿Por qué la Providencia?

¿Por qué "la Providencia"? Hay muchas cosas que los cristianos católicos creyentes no solemos tener en cuenta, como que, frente a la importancia que algunos dan al destino, a lo que va a ocurrir, a querer controlar nuestra vida o que suceda lo que queremos que ocurra o que no ocurra, la Providencia actúa de forma inesperada, creando situaciones o acontecimientos que ni siquiera nos imaginábamos. Yo procuro tener en mi vida presente a la Providencia para aceptar quién y qué soy: una persona mortal y limitada, pero en continúo proceso de cambio y en camino.

11/1/21

La hipocresía y los templos


A mi entender, el fenómeno de las redes sociales está “haciendo catedráticos a muchas personas que no tienen ni idea de lo que hablan”… Yo no soy ni ilustrado, ni culto, ni sabiondo, pero procuro sólo opinar de lo que sé y he vivido, y no meterme en berenjenales con los que no tengo que ver.

En este texto, trato el recurrente tema de que “se abran los templos para los sin techo”: Hay cierto sacerdote madrileño que “da ejemplo” con ello y que se promociona mucho gracias a ese acto… Vale, lo respeto, aunque no lo comparto por los motivos que expongo a continuación:

-Los templos son casas de Dios, para su adoración, no son lugares de acogida ni están acondicionados para ello. Por ejemplo, hay templos muy grandes o con techos muy altos, en los que hace tanto o más frío que en la calle.

-En los templos se viven y se desarrollan los sacramentos, oraciones y actos litúrgicos para el encuentro con Dios. ¿Cómo se van a alojar indefinidamente a personas que nada tienen que ver con ellos?

-Insistiendo en el tema del acondicionamiento: ¿Tiene el templo espacios para acoger a un número indeterminado de personas? ¿Hay aseos? ¿Lugares para dormir, para comer, para hacer vida durante el día…?

-¿Y del mantenimiento, quién se encarga? ¿Se les puede cargar con más dificultades a los sacerdotes, que ya de por sí tienen verdaderas dificultades en estos tiempos con las respectivas comunidades? Quien esté comprometido, sabe de lo que hablo…

-Es muy fácil “tirar la piedra y esconder la mano”, como dice la sabiduría popular… ¿Por qué esas personas que animan a que se acoja a los sin techo en los templos, no acogen ellos en sus casas a las personas que tengan en su entorno en esas circunstancias? Pregunto.

Y todo ello por no hablar de los temas legales y sociales que implica hacerse responsable de personas desconocidas, que pueden tener enfermedades mentales o caracteres muy problemáticos.

Por favor, ruego que no opine sin saber de lo que habla.
Muchas gracias por leer esta reflexión, que Dios nos guarde, nos bendiga y nos dé mucha luz a todos.
En 2015, ya hablé de una forma más general sobre este tema: "Hablar sin saber". Haga clic aquí, si quiere leer este otro texto breve.