Reconozco que no soy un gran feriante; no soy de ruidos fuertes o alboroto en general. Pero encima, este año, con la grave crisis que tenemos, no tengo el cuerpo para feria, ni músicas festivas, ni baile, ni decoraciones, ni en montajes varios para el mundo virtual.
Y quiero recordar una cosa, que ya he oído
alguna vez que otra: En la crisis por la burbuja inmobiliaria, fueron una gran
tabla de salvación las pensiones de tantos abuelos, para sus hijos y para sus
nietos… Ahora, muchos de esos abuelos no estarán o incluso no podrán hacer
nada, porque esta crisis está afectando en muchísimos frentes: vida, salud, economía, empleo...
Pero quiero ser constructivo y pienso que,
más que ocuparme en distracciones, a lo que hay que ponerse es a concienciar.
Yo soy creyente, cristiano católico, y a pesar de los pecados que tengo y que
cometo, me siento Iglesia, por eso y aunque ya he hecho alguna cosa, quiero
también ayudar a concienciar virtualmente, en que se haga por Cáritas, por las parroquias y por la Iglesia, siendo y sintiéndonos parte de ella.
Y si no eres creyente o, sencillamente, no
confías, puedes también colaborar o aportar algo a magníficas organizaciones de
toda confianza, como Cruz Roja o el Banco de Alimentos, de gran solvencia y
garantía, y que harán también todo lo que puedan por los demás.
El dinero y el tiempo hay que irlos gastando en cosas y actividades necesarias (las superfluas o suntuosas, lo mínimo posible o nada), para los tuyos o para los demás; estamos en un tiempo de hacer por los demás.
El dinero y el tiempo hay que irlos gastando en cosas y actividades necesarias (las superfluas o suntuosas, lo mínimo posible o nada), para los tuyos o para los demás; estamos en un tiempo de hacer por los demás.
Muchas gracias por leer esta reflexión
personal. Haz algo por los demás, aunque sea concienciando a otras personas, de tu familia o de tu entorno. Que Dios nos guarde, no dé mucha luz y bendiga a todos.