¿Por qué la Providencia?

¿Por qué "la Providencia"? Hay muchas cosas que los cristianos católicos creyentes no solemos tener en cuenta, como que, frente a la importancia que algunos dan al destino, a lo que va a ocurrir, a querer controlar nuestra vida o que suceda lo que queremos que ocurra o que no ocurra, la Providencia actúa de forma inesperada, creando situaciones o acontecimientos que ni siquiera nos imaginábamos. Yo procuro tener en mi vida presente a la Providencia para aceptar quién y qué soy: una persona mortal y limitada, pero en continúo proceso de cambio y en camino.

29/4/20

Cristianos, centrémonos en lo nuestro

No soy vidente, ni místico, ni profeta, ni parecido a nada de eso... Pero viendo con mis ojos las noticias y lo que ocurre, los signos de los tiempos, estamos en un momento de claro predominio de la caridad y de la oración.

Lo tenemos en el Evangelio: “No juzguéis y no seréis juzgados” (Lucas 6, 36-38), aprendamos a perdonar, a disculpar los defectos y errores de los demás, que es una tarea ardua y difícil. Ya está bien de celos y envidias, cuando somos una religión de Amor, de la Buena Nueva que nos trajo el Evangelio, de la esperanza en la Salvación. Preocupémonos por lo más acuciante, que es tanta necesidad como hay en nuestros prójimos, tanto desempleo, tanta falta de ingreso, tanta falta de condiciones para una vida digna, de los sin hogar y sin techo, de los emigrantes hacinados en centros o malviviendo como pueden, de ancianos solos, de maltratos… Y si no podemos aportar económica o materialmente, hagamos por orar y por concienciar a otros.

Como cristianos, centrémonos en lo nuestro: “Id al mundo entero y predicad el Evangelio”, dejemos de tirar piedras, vayamos más allá. Muchas gracias por leer esta reflexión y por ser como los pontífices, constructores de puentes. Dios os guarde a tu familia y a ti.