Vaya mi pésame a mis apreciados hermanos
en la fe y queridos amigos de la comunidad parroquial del Espíritu Santo, en
Mairena del Aljarafe, en este día del Señor, miércoles 11 de diciembre de 2019,
que no será un día más en la historia de dicha Parroquia.
Ha fallecido D. Ramón López Sevillano,
quien fuera primer párroco y también el único que ha unido los 42 años de vida
de dicha Parroquia hasta ahora, desde que se realizara el primer bautizo en
1977. Ya los 31 de agosto, la celebración de su onomástica, no serán nunca iguales para la comunidad parroquial.
Incluso antes de conocerle, allá por los
90, quiero darle las gracias, por mediar por mi padre, para que el por entonces
Arzobispo de Sevilla, Monseñor D. Carlos Amigo Vallejo, fuera a visitar a mi
madre, en rehabilitación tras una operación de rodilla en el Hospital San Juan
de Dios, de Sevilla.
Quiero agradecerle a Dios haber conocido a
esta persona tan especial, pues cuando él ya empezaba a tener problemas de
movilidad, allá por el año 2010 y, ante mi cercanía para ayudarle a moverse por
el presbiterio, me permitió dar la comunión en la misa dominical de 10:30 h., con
la previa bendición oral. Y así estuve dando la comunión en aquel templo por
algo más de un año. Muchas gracias, don Ramón.
También llegado cierto momento, que ya
saben mis allegados, me consideró como un miembro activo de la comunidad
parroquial, pero a pesar de sus buenas intenciones, yo no pude continuar con
mis tareas en favor del Evangelio allá. Muchas gracias, don Ramón.
Sobre todo, muchas gracias a Dios y a
usted, don Ramón, por su vocación al sacerdocio.
Y aunque hasta hace pocos años, que lo
hemos vivido en el templo parroquial, con la melodía que entonaba en la Vigilia
Pascual por el nacimiento de Cristo, quiero aclarar una frase del blog “con
dones para el cante flamenco”, que no es mía, sino que la extraigo del artículo
del ABC de Sevilla, de 10 de agosto de 1973: “Adiós emocionado al párroco de La
Campana” (ver artículo
haciendo clic aquí), muy apropiada para recordarle en este momento.
Y por eso, por su cercanía, su bondad y su
espíritu amable, junto con las fotos en las celebraciones eucarísticas que se
puedan compartir en estos días, yo pongo este recuerdo de 2006:
Que me perdonen mis hermanos en la fe y
amigos del Espíritu Santo, mañana no podré estar con ellos en este último adiós
de la Casa de Dios que él puso en pie, con ayuda de feligreses y vecinos (en
esta tarde-noche, sí pasaré a honrar su recuerdo en el tanatorio). El alma de
D. Ramón descansa en la Gloria del Señor; paz y consuelo en el Amor del Padre a
todos sus familiares, seres queridos y miembros de la comunidad parroquial.
Gracias por su atención al leer este conjunto de recuerdo, que Dios nos bendiga a todos.