Esta es una breve historia de esas cosas que pasan y que no solemos saber, pero ocurren...
FOTO 1: Este mes de octubre de 2019, el Papa Francisco ha convocado un Mes Misionero Extraordinario (hacer clic aquí para saber más), que comenzó, para la Archidiócesis de Sevilla, el 1 de octubre, en el Convento de las Teresas (Sevilla), con una celebración eucarística en la que fueron bendecidas seis cruces con carácter misionero, para visitar diversos lugares de cada una de las vicarías existentes.
Al menos una de ellas (desconozco la suerte del resto), iba a ser misionera y peregrina, como relato en esta breve historia...
Imposible negarse a ayudar a un amigo, a un hermano en esa situación de necesidad, me envolvieron la cruz y por varias circunstancias más o menos importantes, me vi decidido a tomar el camino de vuelta andando y, como el lema del portal web diocesano hispalense, "Siempre adelante".
FOTO 3: La foto 1 la saqué de Internet; la foto 2 me la hizo el P. Eduardo... ¿A qué vienen esta foto y las siguientes? Pues que, pasando por la Torre de los Remedios, en la Avenida de la República Argentina, pensé: "Yo llevo algo más grande que esa torre"... Quise hacer una foto para demostrarlo, pero solo y sin mucho ángulo ni perspectiva, salió como salió. Lo cual me motivó a hacer más por el camino.
Nadie me dijo nada por la concurrida ciudad (zona centro, Puente de los Remedios, Avenida de la República Argentina y Avenida de Blas Infante)... "Quizá en esta ciudad no es demasiado raro ver cruces, estemos acostumbrados o seamos indiferentes a lo que pase a nuestro alrededor", pensaba yo. Pero quién sabe, a lo mejor sí fui alguien llamativo para otra persona...
FOTO 4 (perdón por el basto coloreo de la cruz en esta y en las siguientes fotos, pero así es cómo he decido ocultar el plástico del envoltorio): En el aparcamiento del campo de la Feria de Sevilla... Ya saliendo de la ciudad, quise hacer una foto con la urbe en la distancia.
Aquí ya sí me ocurrió algo curioso: Pasé entre un gran grupo de coches aparcados junto a la estación de metro Blas Infante y, al rodear un enorme arbusto, sin darme cuenta, me vi a un par de metros de unos diez jóvenes, haciendo botellona, ocultos tras ese gran matorral. No me di cuenta y, la verdad es que apreté un poco el paso... Quién sabe qué podría pasar en una situación así. Sin embargo y, aunque obviamente me vieron, apenas oí nada cuando pasé; sí los sentí hablar cuando me alejé unos metros, pero nada hacia mí, nada de risas o de burlas, que quizá sería lo más lógico.
FOTO 5: Sé cómo se llama la avenida que sale en esta foto. El tráfico y el semáforo me tuvieron allí detenido unos minutos... Dios me tuvo allí detenido unos minutos, en la Avenida San Juan Pablo II, ejemplo de misionero, referencia y testimonio sobre cómo acercarse a los demás. Me pregunto: "¿Cuántas cruces hay en esta avenida para honrar la vida de entrega de este santo (pues creo que la rotulación de la calle no es suficiente)?". Pues al menos ese día viernes 4 de octubre, sí que la hubo. ¿Se daría cuenta alguno de los conductores que pasaron?
FOTO 6: Paso por primera vez por un puente hasta ese día no transitado por mí: el puente peatonal y para bicicletas sobre la ronda de circunvalación SE-30, junto a Tablada.
Empiezo a estar muy solo... Que recuerde, sólo una bicicleta pasó junto a mí en aquellos minutos que estuve sobre el puente, mirando a ambos lados y mirando mi destino, desde un lugar hasta ahora desconocido para mí...
Creo que la imagen deja entrever el gran desierto que hay adelante. Y recuerdo cómo el Evangelio cita varias veces que Jesucristo se retiraba para orar, incluso en el desierto, donde fue tentado. ¿Me retiro yo a orar a algún lugar que lo propicie? ¿Lo hacemos hoy en día a ejemplo de Aquel a quien llamaron y llamamos Maestro?... Me surgen esas preguntas.
FOTO 7: Por el viaducto del Puente de Hierro de San Juan de Aznalfarache, empieza un camino despejado, recto y, al ser las dos de la tarde, el calor de este día me empieza a agobiar un poco. La cruz ya va siendo incómoda, pues es más ancha que mi mano y hay que llevarla con respeto y cuidado.
Junto a la cruz, unos ciclistas, un autobús y la cercana pasarela del metro con sus máquinas arriba y abajo, son mi compañía. Nadie por la acera. ¿Me verá alguien del metro? ¿Me hará alguna foto? ¿Qué pensarán de mí?, me pregunto.
FOTO 8: Termina el tramo del viaducto, comienza la parte del propio Puente de Hierro. Tras ese "desierto", comienza la belleza de la vida con el agua pasando por el río Guadalquivir y mi meta está ya más cerca.
Justo cuando paro aquí, pasa otra de las curiosidades de esta sencilla peregrinación: Un ciclista me saludó con un "hola" al pasar por mi lado. Como estaba centrado en la foto con la cruz, apenas tuve tiempo para volverme y contestarle también con la misma palabra, mientras él se alejaba dirección San Juan de Aznalfarache. Pude ver que era un hombre de color el que se dignó a saludarme. Alabado sea el Señor.
FOTO 9: Estoy entrando a una nueva urbe, la de mi destino, San Juan de Aznalfarache. Curiosa coincidencia de estar tan cerca de una gran estructura religiosa y yo voy con otro símbolo religioso. Aquí ya no me pasa como con la Torre de los Remedios en Sevilla (que me parecía pequeña frente a la cruz que yo portaba), pues el significado de la Cruz que llevo y el Corazón de Jesús son enormes.
Veo salir gente de la estación de metro, pero me voy encontrando con poca gente, pues ya son más de la dos de la tarde, hora de ir con los niños de colegio a casa, o de ir con rapidez para llegar a comer a los hogares.
Una sencilla oración en mi mente: "Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío".
FOTO 10: Da la casualidad de que estoy escribiendo este texto el domingo 13 de octubre. Y hoy, caminando esta tarde por el paseo fluvial con mi padre, escuchaba a una adolescente decir: "Siempre que sale San Juan en la tele, sale esto", señalando hacia el Monumento al Sagrado Corazón de Jesús. Ahí dejo la frase, ahí la dejo para quien lo lea y quiera reflexionar.
FOTO 11: La cruz pasa la tarde y la noche en mi casa, aún envuelta. Quise dejar esta imagen para el recuerdo. Y entre todas esas fotos que aparecen, de nuevo está San Juan Pablo II, ese gran testimonio misionero. Cosas de Dios...
FOTO 12: Y heme aquí de nuevo, al día siguiente, el sábado 5, en uno de los accesos de la Universidad San Pablo CEU, en Bormujos, llegando con la cruz que, esta vez, ha salido de mi coche y con la cual una hermana en la fe tuvo la bondad de retratarme.
Llegué a tiempo, y en este caso y en un entorno religioso, sí que me llevé alguna mirada de curiosidad al portar la cruz... Llamo la atención al presentarme con una cruz en un lugar de encuentro de creyentes... Qué cosas. ¿Será que los creyentes no somos indiferentes a lo que ocurre a nuestro alrededor?
FOTO 13: La cruz misionera permaneció en el escenario del salón de actos de la Universidad San Pablo CEU durante la mañana del sábado 5 de octubre, en el Encuentro de la Vicaría Oeste de la Archidiócesis de Sevilla. En esta foto, el Rvdo. Sr. D. José Joaquín Castellón, habla precisamente del Mes Misionero Extraordinario a los presentes.
FOTO 14 (tomada el jueves 10 de octubre): El Rvdo. Sr. D. José Joaquín Castellón partió con ella hacia la Parroquia de San José Obrero; la cruz volvía otra vez a San Juan de Aznalfarache, donde estuvo unos días en el altar mayor.
FOTO 15 (tomada el domingo 13 de octubre): El Rvdo. Sr. D. Pedro José Rodríguez Molina, párroco de San Juan Bautista (también en San Juan de Aznalfarache), tiene a bien colocar la cruz misionera ante el ambón para la Palabra de Dios, otro bendito lugar para recordarnos a todos que vivimos en estado permanente de misión.
Entre estas fotos 14 y 15, quiero decir que el viernes 11 de octubre vi cómo tres jóvenes se acercaban con la cruz a la Capilla del Rosario (entiendo que venían, por encargo del P. Joaquín, desde la Parroquia de San José Obrero). Fue curioso también verles cómo dudaban al acercarse al templo, si la llevaban en alto, o más discretamente con los brazos bajados. Me pilló tan de sorpresa esos momentos que no pude hacer una foto. ¿Qué experiencia vivirían esos jóvenes? De eso no puedo hablar, sólo pensarlo.
Mes Misionero Extraordinario. Quiero indicar que conocí al P. Eduardo gracias al Movimiento de Cursillos de Cristiandad del que es consiliario diocesano; sólo Dios sabe que si este conocimiento fue para que, llegado ese día, fuese yo el portador de la cruz. Alabado sea el Señor.
Si tengo la oportunidad de ver esta cruz misionera y peregrina en otro lugar, que creo que sí, añadiré otra foto y otro texto.
Gracias por su atención al leer esta historia, que Dios nos bendiga a todos.