Mi agradecimiento a todas aquellas
personas que, en su vida, llevan una entrega silenciosa, muy especialmente, a
todos los que lo hacen por el Evangelio, por Cristo y por nuestra Madre. Aunque
hay miles, decenas de miles, en equipos de Cáritas parroquial, en Catequesis, en
Pastoral de la Salud, hermandades, movimientos, órdenes religiosas y en muchos
otros grupos cristianos católicos, siendo y haciendo Iglesia, en este texto me
voy a referir a la actual situación más cercana.
El de una imagen que, no teniendo
asociación de fieles que la veneren expresamente (aunque sí hay unas personas
concretas que la cuidan), está estos días en un altar montado para hacerla más
visible (aunque yo siempre la he visto en el templo), en el presbiterio, para
la celebración de la Natividad de María.
Me cuentan que fue una imagen muy venerada
a mediados del siglo pasado, que incluso le vieron algo místico en sus ojos…
Bueno, eran otros tiempos. Por lo visto, aquello pasó cuando la llevaron a
restaurar. No sé, para mí lo importante es que es una imagen de Nuestra Madre,
que la representa con respeto entorno a una advocación, en este caso, del
Consuelo.
Mi agradecimiento a la entrega silenciosa
de quienes han hecho todo lo que se ve en la fotografía, por ponerlo, por
quitarlo, por animarnos, por llamar nuestra atención, por movernos a la
devoción… Que todo ello sea para bien del Reino de Dios, para que seamos más
conscientes de lo que tenemos, de nuestra responsabilidad como cristianos y
como parte de la Iglesia. Y que Dios nos bendiga e ilumine a todos.
Para quien quiera contemplar esta imagen en este fin de semana, 7 y 8 de septiembre de 2019, haga clic aquí.
Para quien quiera contemplar esta imagen en este fin de semana, 7 y 8 de septiembre de 2019, haga clic aquí.
Muchas gracias por su atención al leer este mensaje. Y muchas gracias a
todos aquellos cristianos verdaderamente comprometidos o que, al menos, lo
intentan desde sus respectivas circunstancias, desde la sencillez, la humildad,
la discreción, la paciencia, el esfuerzo, la esperanza y la entrega silenciosa.