Las expresiones de fe, las
prácticas religiosas y los actos de fe son hechos privados y públicos:
- Las celebraciones sacramentales (eucaristías,
bodas, bautizos, comuniones y confirmaciones), son actos públicos, para quien
quiera asistir y compartirlos con los debidos atención y respeto.
- Las catequesis de preparación y formación
cristiana son actos públicos, de los que puede participar cualquier persona
que tenga interés y seriedad para asistir.
- Las grandes celebraciones cristianas que
culminan los grandes períodos de formación y preparación que son el Adviento y
la Cuaresma, es decir, la Navidad y la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo,
son actos públicos.
- Las celebraciones pascuales y sus expresiones
religiosas y culturales, como las procesiones de Semana Santa, son actos
públicos. También el origen de Santa Claus y los Reyes Magos son religiosos,
además de celebraciones multitudinarias de carácter público.
- Los funerales y responsos que se realizan con el
ritual católico, y si la familia que así lo celebra por su difunto lo desea,
son actos públicos.
- Las peregrinaciones y romerías, como el Camino
de Santiago y la Romería del Rocío, son actos públicos.
- Las fiestas patronales, que se celebran en
multitud de localidades y que incluyen al menos una celebración religiosa, son acontecimientos
públicos.
- La visita a templos y lugares religiosos con
gran patrimonio histórico, artístico y cultural, como la Catedral de Sevilla y
El Salvador, son lugares de visita pública. Sólo aquellos lugares de vida contemplativa o monástica tienen en sus reglas recibir visitas de forma limitada.
- La arquitectura, la escultura y la pintura
religiosas, el arte religioso en museos y en la calle son de conocimiento público.
- Etc., etc., etc.
Quiero dejar claro que, cualquier
persona que tenga un mínimo conocimiento de temas de fe y devoción, sabe que los actos, eventos y actividades religiosas son procesos privados (de interiorización,
profundización y desarrollo personal) y públicos (para compartir con otras personas, grupos y comunidades que quieran
también vivirlo, desde el respeto y el compromiso).
Muchas gracias por atender a
este mensaje, que Dios nos bendiga e ilumine a todos con mucha fuerza para dar
a conocer y entender lo grande que es el Amor de Dios Padre para con nosotros
sus hijos, lo cual nos hace a todos hermanos.