¿Por qué la Providencia?

¿Por qué "la Providencia"? Hay muchas cosas que los cristianos católicos creyentes no solemos tener en cuenta, como que, frente a la importancia que algunos dan al destino, a lo que va a ocurrir, a querer controlar nuestra vida o que suceda lo que queremos que ocurra o que no ocurra, la Providencia actúa de forma inesperada, creando situaciones o acontecimientos que ni siquiera nos imaginábamos. Yo procuro tener en mi vida presente a la Providencia para aceptar quién y qué soy: una persona mortal y limitada, pero en continúo proceso de cambio y en camino.

24/8/23

La inmoralidad de don Luis Rubiales y la hipocresía de nuestra sociedad

 

Leo en la biografía de don Luis Rubiales (aunque el tratamiento de “don” quizá no se lo merezca), que, entre otras instituciones educativas, ha estudiado en la Universidad CEU Cardenal Herrera, y queda claro que él no se interesó o, quizá, no le instruyeron, en la moral cristiana.

Porque las personas de fe nunca, nunca, nunca, tendrían ese comportamiento deleznable con otras personas, con otros prójimos, en este caso, mujeres, faltándoles al respeto con besos impuestos y tocamientos varios, por muy emocionado que se estuviese. ¿Por qué? Precisamente, porque todos somos hijos de Dios y lo que no quiero para mí, no sólo en la victoria, sino también en la derrota, no lo quiero para los demás. “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo”.

Pero resulta igual de lastimoso que estos hechos que, los sucesores de quienes han impedido, han ocultado, han abandonado, han menospreciado y hasta se han mofado de la moral cristiana, ahora vengan exigiendo esas conductas rectas con los demás. Sí, las ideologías y sus seguidores han sido quienes han cortado de raíz que, en nuestra sociedad, se hable de moral, de ética, de valores, tratando de imponer unas conductas y unos comportamientos emocionales neutros, sin base ni explicación ninguna, obviando el respeto a Dios. Y ahora, hay tanta gente, como auténticos fariseos, “rasgándose las vestiduras”, por comportamientos inapropiados con los demás. Pura hipocresía de nuestra sociedad actual.

Más les valdría aceptar de una vez que la Ley Divina, expresada en las Sagradas Escrituras, está por encima de toda ley humana, sin compromiso, sin responsabilidad, sin plenitud, sin sensatez, ni sencillez, y que, como conocer, respetar y vivir el Evangelio, no habrá otro texto más claro para vivir en paz y en armonía.

Gracias a las personas de fe por vuestro comportamiento ejemplar, que no sale en los telediarios. El último ejemplo, la JMJ, ¿cuántas violaciones grupales hubo durante este encuentro de más de un millón de jóvenes en Lisboa? ¿Cuántos actos incívicos? ¿Cuántos actos de conductas reprobables? Cero. Y aun así, las ideologías intolerantes se quejaron por que se realizara este multitudinario y ejemplar encuentro de jóvenes con el Santo Padre.

Muchas gracias por leer este texto, que Dios nos bendiga a todos y nos dé mucha luz en estos tiempos de tantas tinieblas por la hipocresía imperante.