Leo en la biografía de don Luis Rubiales (aunque el tratamiento de “don” quizá no se lo merezca), que, entre otras instituciones educativas, ha estudiado en la Universidad CEU Cardenal Herrera, y queda claro que él no se interesó o, quizá, no le instruyeron, en la moral cristiana.
Porque las personas de fe nunca, nunca, nunca, tendrían ese comportamiento deleznable con otras personas, con otros prójimos, en este caso,
mujeres, faltándoles al respeto con besos impuestos y tocamientos varios, por
muy emocionado que se estuviese. ¿Por qué? Precisamente, porque todos somos
hijos de Dios y lo que no quiero para mí, no sólo en la victoria, sino también
en la derrota, no lo quiero para los demás. “Amar a Dios sobre todas las cosas
y al prójimo como a uno mismo”.
Pero resulta igual de lastimoso que estos hechos que, los
sucesores de quienes han impedido, han ocultado, han abandonado, han menospreciado
y hasta se han mofado de la moral cristiana, ahora vengan exigiendo esas
conductas rectas con los demás. Sí, las ideologías y sus seguidores han sido quienes
han cortado de raíz que, en nuestra sociedad, se hable de moral, de ética, de
valores, tratando de imponer unas conductas y unos comportamientos emocionales
neutros, sin base ni explicación ninguna, obviando el respeto a Dios. Y ahora,
hay tanta gente, como auténticos fariseos, “rasgándose las vestiduras”, por
comportamientos inapropiados con los demás. Pura hipocresía de nuestra sociedad
actual.
Más les valdría aceptar de una vez que la Ley Divina,
expresada en las Sagradas Escrituras, está por encima de toda ley humana, sin
compromiso, sin responsabilidad, sin plenitud, sin sensatez, ni sencillez, y
que, como conocer, respetar y vivir el Evangelio, no habrá otro texto más claro
para vivir en paz y en armonía.
Gracias a las personas de fe por vuestro comportamiento
ejemplar, que no sale en los telediarios. El último ejemplo, la JMJ, ¿cuántas
violaciones grupales hubo durante este encuentro de más de un millón de jóvenes
en Lisboa? ¿Cuántos actos incívicos? ¿Cuántos actos de conductas reprobables?
Cero. Y aun así, las ideologías intolerantes se quejaron por que se realizara
este multitudinario y ejemplar encuentro de jóvenes con el Santo Padre.
Muchas gracias por leer este texto, que Dios nos bendiga a todos y nos dé mucha luz en estos tiempos de tantas tinieblas por la hipocresía imperante.