¿Por qué la Providencia?

¿Por qué "la Providencia"? Hay muchas cosas que los cristianos católicos creyentes no solemos tener en cuenta, como que, frente a la importancia que algunos dan al destino, a lo que va a ocurrir, a querer controlar nuestra vida o que suceda lo que queremos que ocurra o que no ocurra, la Providencia actúa de forma inesperada, creando situaciones o acontecimientos que ni siquiera nos imaginábamos. Yo procuro tener en mi vida presente a la Providencia para aceptar quién y qué soy: una persona mortal y limitada, pero en continúo proceso de cambio y en camino.

25/3/21

Por un carguero atascado, sufrimiento para todos...

 

Vaya por delante que no estoy en contra de la globalización: es lo que hay y punto. Pero pienso que sigue estando gestionada pésimamente por parte de todos nosotros, la humanidad. Porque la globalización, y una vez más lo demuestran los tiempos recientes, es como la bolsa financiera: para lo malo, la sufrimos todos (como cuando caen los índices bursátiles); y para lo bueno, sólo ganan unos cuantos (como cuando suben las acciones). O como el petróleo: ¿Por qué, cuando sube el petróleo, lo pagamos todos y, cuando baja, no lo notamos?

Ahora un carguero atravesado en el Canal de Suez provoca un daño mundial que afectará a todos... Como si no tuviéramos bastante con la pandemia, la cual, por cierto es otro ejemplo de lo mal que llevamos ser un solo mundo: Qué rápido se expande por el mundo y qué lentas llegan las vacunas (decenas de países, pobres, claro, aún no han empezado siquiera a tratar a los suyos). Qué rápidos somos para lo malo; qué lentos somos para lo bueno.

Aunque hay muchas variables, muchas circunstancias y muchas consideraciones, yo tengo claro cuál es el principal problema que tenemos: Cada vez estamos más lejos de Dios, cada vez nos endiosamos más a nosotros mismos, cada vez tenemos menos en cuenta al prójimo, cada vez nos preocupamos más por nosotros mismos, por nuestro egoísmo y caemos en el falso victimismo.

Con lo claro que lo dice el Evangelio...

“Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; igual que yo os he amado, también vosotros amaos unos a otros. En esto conocerán que sois discípulos míos: en que os tenéis amor entre vosotros” (Jn 13,34).

Muchas gracias por leer esta reflexión personal, que Dios nos guarde, nos bendiga a todos y nos dé mucha luz (que falta nos hace), y nosotros le sepamos dar a Dios el sitio central que debemos darle en nuestras vidas, para un mundo mejor. Que así sea.