Todas las grandes religiones (islamismo, judaísmo, budismo y cristianismo) tienen entre sus principios básicos la defensa la vida, desde la concepción, hasta la muerte del individuo, ya sea por causas naturales, por enfermedad o accidente. Si se actúa en la vida de otro para quitarle la vida es un asesinato. Pero bueno, esto es para creyentes (no para fanáticos).
¿Y qué pasa en la
naturaleza, la vida de la que venimos todos y gracias a la cual vivimos? ¿En
qué documental se ve a un animal acabar con otro para “evitarle el sufrimiento”?
¿Dónde se puede ver eso? Las madres acompañan a sus crías heridas hasta el
último momento (o mientras no corran peligros sus otros cachorros), las manadas
protegen en lo que le es posible a sus heridos. Son los depredadores o los que
quieren acabar con la competencia los que matan a otros animales. Cuando se
mata a otro ser, es asesinato, no una falsa moral de liberación de dolor.
La eutanasia está contra las leyes divinas y las leyes naturales. Y los seres humanos podemos demostrar nuestros avances como especie con los cuidados
paliativos, la sedación, poner el cuerpo en estado de coma… Hay muchos medios
para evitar el dolor y sufrimiento, pero salen caros y se prefiere quitar de en
medio a lo que nos estorba. Y encima, se busca la falsa conciencia de que es
por su bien… Cuánto odio se propaga desde las ideologías con leyes así. Donde
hay ideología, no hay defensa de la vida, no hay fe, no hay respeto por la vida
de los demás. Donde hay ideología, sólo hay sectarismo, la búsqueda del
beneficio propio, ya sea quitando libertad a los demás o haciéndose con todo el
poder, el dinero y los beneficios posibles; cada día lo tengo más claro.
Muchas gracias por leer
esta reflexión personal, que Dios nos bendiga a todos y nos guarde de la
crueldad y la deshumanización que se está promocionando en este mundo nuestro,
ante la falta de la educación en valores y la promoción del pensamiento libre.
No veremos
manifestaciones multitudinarias ni violentas contra la terrible ley de la
eutanasia, porque los que estamos en contra no nos gusta ir contra nadie, sino
defender la vida y tratar de hacerla más plena. Es triste, pero real.